SD Eibar, un modelo a seguir

En estos días en que se están disputando las semifinales de las competiciones europeas y donde el fútbol de más alto nivel está en boca de todos no está de más poner en acento en un club, que a base de trabajo y buen hacer, se está asentando en la élite.


La SD Eibar durante muchas temporadas había sido un claro exponente del fútbol modesto. Un espejo en el que mirarse. A finales del siglo pasado y comienzos de este el conjunto armero era un referente dentro de la Segunda División, hasta el punto de ser el club más veterano de una categoría con tantos vaivenes. Durante 18 campañas consecutivas los guipuzcoanos compitieron en la categoría de plata de nuestro fútbol sin demasiados aprietos, e incluso optando al ascenso en alguna ocasión.

Posteriormente, tras varios años en Segunda B, volvieron con fuerza a la categoría de plata. Ese mismo curso lograron el ascenso a la Liga BBVA y tras lograr la permanencia gracias a su impecable gestión económica este curso han logrado sobre el césped su objetivo, que no es otro que la permanencia, incluso coqueteando durante varias semanas por las plazas europeas. Pero, ¿cuales han sido las premisas de este logro? Sin lugar a dudas la gestión financiera, el trabajo bien hecho y las buenas artes.

Sin una gestión económica acertada el conjunto armero no estaría hoy en la élite del fútbol español. El no gastar más de lo que tenían les dio una segunda oportunidad tras no lograr la permanencia en los terrenos de juego a finales de la temporada 2014/15. Esa gestión les llevó en su día a prescindir de un equipo filial, que hoy ya han recuperado, y a confeccionar unas plantillas ajustadas pero adecuadas a sus exigencias y expectativas.

Aquí se entrelazan lo económico con el trabajo. La labor de scouting llevada a cabo por la secretaría técnica ha llevado a acertar en muchas decisiones deportivas que a día de hoy están dando sus frutos y a un precio ridículo para el fútbol de más alto nivel. Esta temporada han gastado apenas 3,5 millones de Euros (incluidos lo pagado por Kike, ex del Middlesborough, que no podrá debutar hasta la próxima campaña) y han confeccionado un plantel más que digno, donde destacan los nombres de Borja Bastón, Sergi Enrich, Takashi Inui, Gonzalo Escalante, Jota Peleteiro o Keko entre otros.

El buen hacer fuera del campo también tiene importancia en la estructura del club. Sus ojeadores rastrean las categorías inferiores en busca de talento y ese trabajo poco a poco va dando sus frutos. Su filial, el CD Vitoria, es un recién ascendido a Tercera que está peleando por el ascenso a Segunda B y además esta cumpliendo su función de preparación para el primer equipo y varios de sus componentes ya han acudido a la llamada de José Luis Mendilibar.

Es de elogiar que los eibarreses sean fieles al club de su ciudad. Siguiendo la tradición anglosajona que hace que los lugareños sigan al equipo de su pueblo o ciudad, en detrimento de los grandes conjuntos. Esto hace que los partidos en Ipurua sean especiales. Las empinadas calles que llevan al campo, el día de partido, son un auténtico hervidero del fútbol del de antes. Se puede respirar el sentir de los aficionados hacia su equipo.

En un modelo en que lo económico tiene cada vez mayor importancia y a veces los gigantes tienen los pies de barro que exista un club como la SD Eibar es de agradecer. Seguro que hay otros clubes que lo están haciendo igual de bien, pero el conjunto armero se merece este pequeño reconocimiento.

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