Raheem Sterling, el último de muchos

El fichaje del joven jugador por el Manchester City supone la última vuelta de tuerca en el mercado futbolístico inglés. Los equipos Premier llevan varios años sobrepagando por jovencísimos futbolistas que en la mayoría de los casos nunca llegarán a ser estrellas.


Mi última afirmación puede parecer dura pero creo que jugadores como Sterling, Andy Carroll o Luke Shaw han sido fichados a golpe de talonario por un precio muy superior a su valor de mercado “real”. Es evidente que el kilo de jugador inglés está muy cotizado pero creo que también es un arma de doble filo.

Sea por mala suerte en forma de lesiones, o tal vez por la presión que supone su elevado coste, las que deben ser las futuras estrellas locales de la Premier League no están alcanzando el nivel esperado a la hora de llevar a cabo tamañas inversiones. La presión de la opinión pública en un país que no logra éxitos nacionales desde el Mundial del 66 tampoco ayuda.

Un mal endémico que sacude al fútbol inglés es la búsqueda de la nueva superestrella. Esto unido a presupuestos muy altos gracias a los contratos televisivos, hacen que los dirigentes de muchos clubes no tengan reparos en gastar sus Libras en proyectos de jugadores. Se busca más el potencial del jugador, que normalmente debe dar réditos a largo plazo, que el impacto inmediato en la competición. El peligro radica en que estos proyectos pueden quedarse por el camino.

Volviendo al caso del jugador de origen jamaicano y nuevo jugador citizen, creo que la posición del Liverpool ha sido la correcta. Teniendo en cuenta el deseo del jugador de no continuar en Anfield y el potencial económico del conjunto del Ettihad Stadium, las pretensiones debían ser más altas que el valor de mercado, cifrado en unos 40 millones de euros.

Creo ha perdido la oportunidad única de ser el auténtico referente de un histórico, sin un guía claro tras la marcha de Steven Gerrard, y ha optado por la vía rápida: dinero y la posibilidad de títulos. Tenía ante si el reto de volver a llevar a la cima a un equipo venido a menos y ha declinado dicha posibilidad.

Sus números en la élite tampoco son para echar cohetes. En 95 partidos ha marcado 18 tantos y ha repartido 21 pases de gol. Además considero que aún está lejos de la madurez, aunque por momentos hizo enardecer a un público que vive de los éxitos pasados.

Tiempo al tiempo, pero dada la situación los seguidores reds creo que ganan dejando marchar, a buen precio, al jugador. Ahora llega la segunda parte de la labor: Rentabilizar esa plusvalía acertando a la hora de fichar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario