Lucien Favre, precisión suiza en Alemania

El Borussia Monchengladbach está realizando una muy buena temporada. Después de un comienzo dubitativo, sobre todo a domicilio, el conjunto renano ha conseguido enderezar el rumbo y gracias a una racha de resultados excepcional se ha colocado en zona Champions.


Buena parte del excelente presente del equipo hay que atribuírselo a Lucien Favre. El técnico suizo llego al Gladbach en febrero de 2011, en sustitución de Michel Frontzeck. Bajo la dirección del ex internacional germano los del Borussia Park se encontraban en puestos de descenso y no se veían síntomas de reacción.

Lucien Favre logró, después de una gran segunda vuelta, salvar la categoría en un play off frente al Bochum. En su primera temporada completa al frente de los potros, el preparador suizo consiguió la cuarta plaza, que dio el billete para disputar la previa de la Champions League. Aquel bloque de futbolistas realizó un gran inicio de temporada lo que hizo que durante el resto de la competición jugasen sin presión.

La temporada pasada, sin Marco Reus, Roman Neustadter y Dante, tres de los pilares de la campaña anterior, Favre consiguió dar tranquilidad a los suyos y, aunque no logró la clasificación para las competiciones europeas, no pasó los apuros que sus seguidores más pesimistas esperaban.

En este nuevo curso, tras un comienzo dubitativo, el Borussia ha logrado encadenar una racha de victorias significativa, seis, y ha logrado engancharse a la lucha por los puestos que dan derecho a disputar la Champions League. Paso a paso el proyecto ideado entre el suizo y Max Eberl, director deportivo, va tomando forma y consolidándose en la zona alta de la tabla.

El técnico de Saint-Barthelemy tiene las ideas muy claras y basa su juego en un gran trabajo defensivo y no ha tenido reparos en esperar a su rival y tratar de salir a la contra usando la velocidad de Patrick Herrmann. Defensivamente es un gran estratega y ya lo demostró frente al Bayern de Jupp Heynckes, a quien tenía tomada la medida.

Esta campaña ha logrado conformar un equipo compacto y sabe aprovechar las características de sus hombres de ataque. Fiel a su 4-4-2, la movilidad de Max Kruse, Raffael, Juan Arango o el propio Herrmann hace que sea muy complicado para la zaga rival fijar las marcas ya que ninguno de ellos es un nueve clásico e intercambian constantemente sus posiciones. Ahora, en muchos encuentros tiende a dominar la posesión del balón.

Una característica de Favre como entrenador es su confianza en los futbolistas jóvenes. Tiene la paciencia necesaria con ellos y trata de no exponerlos demasiado para que se vayan formando a la velocidad adecuada. Bajo su mando han debutado en Bundesliga Marc-André ter Stegen, Amin Younes, Branimir Hrgota o Christoph Kramer. Todos ellos con un gran talento y un gran futuro por delante.

Mención aparte merece el trabajo realizado con Granit Xhaka. El ex del Basilea empezó su andadura en la Bundesliga como titular, pero los malos resultados del equipo, y su colocación como media punta, le llevaron a desaparecer del once titular. Después de un gran trabajo de mentalización y preparación el centrocampista suizo se ha hecho con un puesto en la medular y está rindiendo a un gran nivel.

Uno de los peros que se le pueden achacar al suizo es la gestión de su plantilla. Favre confía ciegamente en su once tipo y no realiza más cambios que los obligados por lesiones o sanciones. Hace dos temporadas sus jugadores llegaron muy justos de gasolina a la parte final de la temporada. Habrá que esperar para ver si en esta campaña le ocurre lo mismo.

El gran trabajo realizado hasta la fecha ha hecho que su nombre suene como futurible para dirigir a la selección suiza una vez finalizado el Mundial de Brasil. Ottmar Hitzfield ya ha anunciado su adiós tras la cita y está por ver quien será el elegido para dirigir al combinado helvético. Favre, que finaliza su contrato en 2015, ya ha comentado que está contento en Monchengladbach.


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