Malos tiempos en Maguncia

Hace un año se vivían tiempos felices en Mainz. El equipo de la ciudad estaba en lo alto de la clasificación. Tan sólo había cedido ante el empuje del, a la postre campeón, Dortmund y el Hamburgo. Además había vencido a grandes equipos como el Bayern Munich, el Stuttgar, el Wolfsburgo, el Kaiserslautern, el Werder Bremen, el Koln y el Hoffenheim.


Durante siete jornadas estuvo soñando con batir el record de victorias consecutivas en la Bundesliga. Finalmente no pudo ser pero este gran arranque de competición le sirvió para afianzarse en lo alto de la clasificación.

El equipo era dirigido por un técnico joven, valiente, arriesgado y al que no le gusta especular con el resultado. Se trata de Thomas Tüchel. Se podría decir que pertenece a la nueva escuela de técnicos jóvenes alemanes. Ahí estarían también Jurgen Klopp o Robin Dutt. Este entrenador fue el principal valedor de dos jugadorazos como Andre Schurrle y Lewis Holtby. Al final de la campaña ocuparon un merecidísimo y meritorio quinto puesto. Esto les permitió jugar por primera vez la Europa League.

Tras el verano, movido como casi siempre en un equipo modesto, muchas fueron las caras nuevas que aterrizaron en el equipo. Además estrenaron campo nuevo. Se mudaron del Am Bruchweg al modernísimo y coqueto Coface Arena. Todo hacía pensar que el equipo seguiría creciendo. De nuevo llegaron nuevos e ilusionantes fichajes como Anthony Ujah,  Maxim Choupo-Moting o Christian Baumgartlinger para sustituir a los anteriormente citados Schurrle y Holtby, además de a un fijo en las alineaciones como Christian Fuchs.

La temporada comenzó mal. No fueron capaces de ganar al Gaz Metan de Rumanía y quedaron eliminados demasiado pronto de la Europa League. Todo el trabajo y el esfuerzo de la temporada anterior tirados por la borda en un par de partidos. La liga comenzó de manera brillante y esperanzadora con dos triunfos sobre el Bayer Leverkusen y el Friburgo. Después tan solo tres empates. El resto derrotas. Lo más preocupante es que han dejado escapar demasiados puntos de su estadio. La temporada pasada pocos equipos sacaron algo positivo de su visita a Mainz. No es que el nuevo campo sea más frio que el anterior porque los hinchas continúan llenándolo y animando. El ambiente sigue siendo espectacular.

En cuanto al juego, Tüchel sigue planteando los partidos de manera valiente y ofensiva. Salen siempre a ganar. Evidentemente las piezas no son las mismas y se echa mucho de menos a algunos jugadores. Para mí, aparte de las estrellas se añora a Christian Fuchs. Es un jugador de notable. No sobresaldrá pero siempre mantendrá su rendimiento. Es de los que nunca falla y para el técnico era un fijo. Su sustituto todavía no ha conseguido llegar a su nivel.

Otros que tenían que haber dado un paso adelante, no lo han hecho. Aquí entraría el intermitente Ivanschitz. Es un jugador de mucha calidad pero ya el año pasado fue muy irregular. Otro jugador por el que se apostó fue Marcel Risse que no está rindiendo al nivel esperado.

Todavía es pronto y hay que esperar que los nuevos como Ujah o Choupo-Moting den ese pequeño salto de calidad que de ellos se espera. También se espera como agua de mayo la recuperación de Adam Szalai. El húngaro se lesionó de gravedad y todavía no ha debutado. El equipo necesita su garra y su personalidad. 

Por último destacar otro problema. Esta temporada se ha perdido una de las virtudes de este equipo: Su fiabilidad defensiva. Lo que el año pasado era contundencia y seguridad, este curso se ha convertido en nervios y fragilidad. El entrenador ha intentado cambiar algunas piezas e incluso el sistema defensivo, pero sin resultados. Además el equipo se va muy hacia delante, dejando desguarnecida la zaga. El hecho de ir a por los partidos ha originado gravísimos errores en defensa que los rivales han sabido aprovechar. Parecía que no les valía el empate y eso les ha llevado a perder los tres puntos.


Cabe esperar la reacción de un equipo joven guiado por un técnico osado. Seguro que los resultados regresarán al Coface Arena. Este cambio llegará de la mano de la última perla de la factoría Tüchel, Nicolai Müller, jugador de banda izquierda con mucha velocidad y calidad en sus botas. 

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